Cada año miles de familias en todo el mundo se preguntan qué hacer con sus sofás cuando se deciden a redecorar sus casas, se mudan, etc. Y es muy triste ver que la mayoría de personas solo piensan en tirar sus sofás a la basura. Esos fieles compañeros que han amueblado nuestras casas a lo largo de los años y que nos han acompñado en los mejores (y peores) momentos de nuestra vida.
Además, la mayoría de sofás que se tiran a la basura están en muy buen estado. Como el pequeño sofá abandonado de la siguiente fotografía.
Por eso en Comfort Works nos hemos decidido a darte 3 razones por las que debes salvar tu sofá.
Razón #1: Para Reducir la Generación de Residuos
Más de 9 millones de toneladas de muebles se tiran cada año a la basura. Eso es el equivalente aproximado al peso de 6 milones de coches. ¡Unos números muy preocupantes? Pero, ¿qué podemos hacer al respecto?
¿Te imaginas todo el espacio que debe ocupar 6 millones de coches?A continuación tienes algunas alternativas a tirar tu sofá a la basura:
Organiza un Rastrillo o Mercadillo
Así es, haz un rastrillo en tu jardín al más puro estilo americano. Es una forma muy divertida de pasar un día en familia y además deshacerse de todo esos productos de decoración qu eta no necesitas.
Subástalo online
Pon tu sofá en eBay/Wallapop/Listas de Clasificados y deja que internet haga todo el trabajo. Si el precio es razonable, verás que habrá muchísima gente que querrá comprar tu sofá.
Regálaselo a un familiar o amigo
Si no necesitas tu sofá puedes pasárselo a un familiar o amigo que lo necesite. Sobre todo si se acaban de mudar o lo van a hacer próximamente. Les ayudarás a ahorrarse unos eurillos.
Dónalo
También puede ser una muy buena idea donar tu sofá. Lamentablemente hay muchísima gente en este mundo que necesita un sofá y no puede permitirselo, y antes de tirar tu sofá a la basura puedes darselo a todas esas personas que lo necesitan.
Fundas para sofá
Una gran alternativa es conseguir unas fundas para sofá y renovar completamente su aspecto. Además, estarás protegiendo tu sofá del uso diario y aumentando su vida útil.
Razón #2: Ahorrarás Tiempo y Dinero
La cantidad de dinero y tiempo que requiere, por ejemplo, comprar un nuevo sofá o tapizarlo no suele compensar todo el esfuerzo requerido.
Es por ello que en Comfort Works siempre recomendamos fundas para sofá. Solo tienes que pedir muestras de tela, verlas en persona, decidirte por una y comprar tu funda de sofá. ¡Fácil, rápido y económico!
Además, podrás lavar las fundas, personalizar tu sofá con el estilo que más quieres y, si te aburres de él, cambiar las fundas y hacer que tu sofá vuelva a brillar.
Razón #3: Porque tu sofá se lo merece
Pero no todo en esta vida es dinero.
Muchas veces los recuerdos e historias que hay detrás de un sofá son motivos suficientes para mantenerlo con nosotros. Piénsalo, seguro que tu sofá te ha acompñado en grandes momentos de tu vida. ¿No se merece que lo quieras unos años más?
También puede suceder el caso contrario, y que acabes de comprar tu sofá. En ese caso, simplemente con una funda de sofá conseguirás protegerlo de las agresiones diarias y asegurarte que dure muchos, muchos años.
Y es que los soás son una parte muy importante de nuestra vida. Seguramente se te escapan pequeñas lágrimas de felicidad cuando recuerdas la primera vez que tu hijo dijo «Mamá» en el salón de tu casa, o cuando papá se pasaba las tardes jugando con sus hijos a videojuegos en la sala de estar (y perdía todo el rato).
Muchas veces, mantener un sofá es tan fácil como decirle a tu pareja, «¿recuerdas el día que montamos este sofá y poco a poco hemos ido creando y amueblando este hogar?»
Eso es lo bonito de los muebles y los hogares, las historias que tienen detrás.
Conclusión
Es hora de hacer tu parte para reducir la basura en los vertederos y esta es solo una de las muchas formas en que puedes hacerlo (de todos modos, ¿quién cambia un sofá todos los años?).
Sin embargo, si crees que va a cambiar tu sofá este año, considera la opción de fundas personalizadas; que es por lejos la mejor alternativa a la tapicería, así como una forma de no tener que deshacerte de tu sofá.