¿Estás pensando en tirar tu viejo sofá, pensando que no vale la pena salvarlo?
Es posible que desees dar un paso atrás para averiguar si realmente tiene que desaparecer por un par de razones. En primer lugar, estarías enviando más desechos a tu vertedero de basura local.
Segundo: comprar un sofá nuevo puede salir un ojo de la cara.
Tercero: Es posible que hayas tenido tu sofá durante mucho tiempo, lo ames demasiado y tengas muchos recuerdos junto a él.
Antes de tomar decisiones drásticas, aquí te mostramos cómo saber si tu sofá debe irse o quedarse:
1. Está súper manchado
Tu sofá quizás tenga una colección de manchas que parecen no terminar de salir con nada.
O tal vez has tenido mascotas que le han hecho pedazos los apoyabrazos, dejándolos irreconocibles.
Cualquiera sea la razón, tu sofá ahora tiene una colección de manchas que probablemente no desaparecerán.
Nuestro veredicto: Salva tu sofá.
La solución: Dale un aspecto completamente nuevo con una funda de sofá removible y lavable a máquina.
2. Está rajado o arañado
En este momento, tu sofá luce un agujero enorme, o varios.
Incluso puedes ver el relleno escapándose a través de los arañazos.
Tu sofá trató de valerse por sí mismo. Por desgracia, hay pocas cosas en la tierra que puedan resistir las fuerzas destructivas de los niños pequeños o las mascotas con exceso de energía.
Para decidir si vale la pena salvarlo, verifica si el daño a su tapizado es superficial o profundo.
Nuestro veredicto: Salva tu sofá.
La solución: si el daño es superficial, simplemente corta las partes rotas que sobresalen con unas tijeras finas. Luego, puedes remendar las partes que parecen dañadas con una tela a juego.
Alternativamente, puedes darle un nuevo exterior con una funda de sofá.
Si el daño es más profundo, querrás considerar llevarlo a un tapicero para que lo repare.
3. Perdió su consistencia / los resortes no pueden más
Ya no te sientas en tu sofá, te hundes mejor dicho. Casi ha perdido esa sensación elástica.
La buena noticia es que esto significa que has hecho un uso completo de tu sofá. La mala noticia es que le vendría bien un poco de cariño.
Nuestro veredicto: Depende.
La solución: Considera optar por reemplazar o reparar los resortes de tu sofá, renovar el inserto de los cojines y tapizar el exterior con un tapicero, o bien comprar un sofá nuevo si no estás dispuesto a gastar tanto en salvar tu sofá viejo y dañado.
4. Tiene daños causados por termitas
Si el marco de madera de tu sofá ha estado expuesto a termitas, el primer paso que debes tomar será llamar al control de plagas (si aún no lo has hecho).
Nuestro veredicto: Depende.
La solución: Dependiendo del nivel de daño a la madera, es posible que sea mejor conseguir un sofá nuevo para que la infestación de termitas no afecte el resto de tu hogar.
Una vez que no hayan más termitas, es posible que desees reparar el marco del sofá con un buen pegamento para madera y aplicarle varias capas de pintura si está expuesto para lograr un aspecto casi como nuevo.
5. Su apariencia es aburrida o anticuada
Tu viejo sofá sigue siendo perfectamente utilizable.
Parece que pertenece a la década de 1950, porque ese es exactamente el año que llegó a tu casa.
Sin ofender a la abuela, pero simplemente ese estilo ya pasó… hace rato.
Nuestro veredicto: Salva tu sofá.
La solución: Siempre puedes darle un aspecto completamente nuevo que te encantará con una funda de sofá personalizada.
¿Estás pensando en renovar tu viejo sofá? Comienza con una funda para sofá, te prometemos que darle una nueva oportunidad a tu sofá es muy fácil.
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